La crisis económica y social provocada por el COVID-19, puso de manifiesto los problemas estructurales en materia de desigualdad social y de género presentes en nuestra región. La emergencia sanitaria trajo consecuencias tales como aumento del desempleo, que afectó en mayor medida a mujeres, jóvenes y a quienes se encontraban fuera del mercado laboral formal.