TELETRABAJO Y CUIDADOS En contexto de Covid
La pregunta que guio esta investigación presentada por Juan Manuel Ottaviano fue si el teletrabajo es una modalidad laboral que favorece o no la compatibilidad entre trabajo remunerado y las tareas de cuidado no remuneradas en el hogar, y qué sucedió a partir de la pandemia.
Antes de la pandemia el teletrabajo en Argentina era prácticamente marginal, reservado en general a tareas que requerían una alta cualificación. Solo el 8% de los asalariados del sector privado se desempeñaba bajo esta modalidad. Según la Encuesta nacional a trabajadorxs sobre condiciones de empleo, trabajo, salud y seguridad del ministerio de trabajo (ECETSS 2018) y según la Encuesta de Indicadores Laborales, solo el 3% de las empresas había implementado la modalidad del teletrabajo. Con la pandemia el teletrabajo se extendió al 30%, como una forma de garantizar la continuidad de las prestaciones laborales en los sectores que se pudiera.
En trabajos feminizados, que lograron una mayor extensión del teletrabajo, en particular en la enseñanza, el sector de servicios sociales, personales y de salud, se concentra el 70% de mujeres que teletrabajan.
Antes de la pandemia ya existía, por un lado, una mirada optimista (de Estados, empresas, etc.) que veía al teletrabajo, por su flexibilidad horaria, como la posibilidad de compatibilizar las tareas de cuidado en el hogar con las tareas laborales.
También existía una posición más pesimista (punto de vista de trabajadorxs y sindicatos), sin duda reforzada durante la pandemia, según la cual el teletrabajo implica necesariamente una sobrecarga por superposición de tareas, una sobrecarga horaria y por lo tanto invisibiliza las tareas de cuidado. Algunas de estas cuestiones conflictivas del teletrabajo se plantearon en el debate parlamentario que se dio durante la sanción de la Ley de teletrabajo en Argentina, que tuvo lugar este año en pandemia.
Con respecto a la productividad, se puede pensar por un lado en que reduce costos en la empresa, pero a la vez la productividad puede ser menor por la sobrecarga de tareas; lo mismo pasa con los costos y tiempos de traslado o el estrés por intensificación de tareas en el hogar, entre otras cuestiones. Todas estas dimensiones se problematizaron con la pandemia.
El estudio incluyó un análisis comparativo sobre regulaciones del teletrabajo en la región. La conclusión es que solo en Argentina se contempla el horario de teletrabajo prepactado y el derecho a la desconexión en la Ley que se aprobó este año (aún no reglamentada). En las otras legislaciones no hay referencia a la adecuación del teletrabajo a los regímenes de licencias o a las tareas de cuidado, como si está en esta nueva ley. Estos elementos, junto con el derecho a la reversibilidad laboral, también contemplada en la ley argentina, conllevan a una mayor corresponsabilidad en las tareas de cuidado.
13 de noviembre de 2020