Nuevas oportunidades para actividades tradicionales. En procura de autonomía económica para mujeres víctimas de violencia en Argentina

Nuevas oportunidades para actividades tradicionales.

En procura de autonomía económica para mujeres víctimas de violencia en Argentina

El proyecto “Nuevas oportunidades para actividades tradicionales. En procura de autonomía económica para mujeres víctimas de violencia en Argentina”, que está actualmente ejecutando la Asociación Civil LOLA MORA y cuenta con una subvención de AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo), tiene por objetivo contribuir a la vigencia de los derechos humanos e igualdad de oportunidades para mujeres de la RED DE MUJERES DE LA MATANZA, que sufren la doble condición de ser pobres y víctimas de violencia doméstica y sexual.

El proyecto tiene el propósito de lograr una  autonomía económica que haga sostenible la salida de la situación de violencia, a través de la instalación de dos talleres complementarios de producción textil y de serigrafía, con el propósito de generar  capacitación laboral y una fuente de empleo e ingreso para las mismas.

Los talleres se han instalados en un local de dos plantas que se ha construido en la parte posterior de la casa sede de la Red. Se estima en 32 el número de beneficiarias directas del empleo en ambos talleres, y en 100 el número de beneficiarias directas de la capacitación laboral que se desarrollará en los mismos en ese período.

La Red de Mujeres de La Matanza, beneficiaria directa y ejecutante en terreno de las acciones previstas en el proyecto, está integrada por 30 socias de diferentes organizaciones barriales. Trabaja desde 1992 en la promoción con perspectiva de género de mujeres de sectores populares del distrito (salud, autoestima, participación ciudadana) y atiende a mujeres víctimas de violencia a través de la coordinación de una Red Zonal de Centros de Prevención y Asistencia a la Violencia compuesta por siete centros de atención gratuita que abarcan el vasto territorio del distrito. Desde 1995 posee su propia sede (Casa de la Mujer “Rosa Chazarreta”) y con su labor llena un vacío institucional del Estado dentro de un distrito como el de de La Matanza, el más extenso y poblado del Conurbano Bonaerense, y que en los últimos 20 años ha registrado un alto crecimiento por  migraciones del norte del país y de países limítrofes, altos índices de pobreza e indigencia, desempleo, exclusión, y desintegración familiar.

 

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