Luego de varios meses de trabajo, concluyó la etapa de consulta y relevamiento de información a mujeres y diversidades pertenecientes a organizaciones sociales, sindicales, áreas de género y de otros sectores no organizados que realizó la Asociación Lola Mora junto con el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad (MMPGD) con apoyo de la Iniciativa Spotlight de ONU Mujeres en toda la Provincia de Buenos Aires. La abundante información recogida de una manera participativa y “de abajo hacia arriba” constituye un aporte fundamental para el diseño del Plan de Igualdad Bonaerense para la Inclusión y la Justicia Social (PiBA), que implementará el Ministerio en torno a ejes sustantivos como el trabajo, la salud, la educación, la violencia, la vivienda.  

El MMPGD presentó junto a la Asociación Lola Mora un informe preliminar de los resultados obtenidos (demandas, inquietudes, preocupaciones, propuestas de acciones y políticas, etc.), que pronto será dado a conocer públicamente.

Como explicaron las coordinadoras del trabajo, Norma Sanchís (Asociación Lola Mora) y Nora Goren (asesora del MMPGD), la investigación tuvo distintos abordajes metodológicos, que incluyeron 34 rondas de discusión con mujeres y diversidades de organizaciones sociales y feministas de toda la provincia y 32 entrevistas en profundidad a informantes clave de diversos sectores, además de una encuesta autoadministrada que fue respondida por casi 5000 mujeres y personas LBTI+ de todos los municipios, lo que superó las expectativas de las investigadoras.

“Ratifica lo que pensamos desde el principio: si queremos hacer un Plan de Igualdad, el primero de la provincia de Buenos Aires, tiene que ser muy participativo y muy territorial. Y lo estamos haciendo, como nos permite la pandemia”, dijo la Ministra Estela Díaz refiriéndose también a la modalidad virtual que requirieron las rondas y entrevistas.

Norma Sanchís explicó que, entre las preocupaciones y propuestas de las personas consultadas “el trabajo, en primer lugar, seguido por la erradicación de la violencia, son los ejes puntales vistos como las vías para lograr una situación más equitativa para las mujeres”.

Las propuestas y demandas con respecto al eje del trabajo tuvieron que ver fundamentalmente con el rol regulador y supervisor del Estado, la participación de la sociedad civil en mesas intersectoriales, acciones para crear empleo para mujeres y diversidades, el apoyo a la economía popular y el propiciar la autonomía económica de las personas en situación de violencia, acciones para la formación y capacitación en empleos tradicionalmente “masculinizados”, acompañamiento y asistencia técnica a iniciativas emprendedoras y el desarrollo de acciones que permitan redistribuir las tareas de cuidado.

En cuanto a la erradicación de la violencia por motivos de género, las personas consultadas mencionaron, entre otras cosas, la importancia de reformas institucionales (como la reforma judicial feminista, la mejora de los mecanismos para las denuncias y el cumplimiento de perimetrales de los agresores), el acompañamiento a las mujeres y diversidades en situación de violencia, reforzar acciones con respecto a la Ley micaela, ESI, y pensar nuevas masculinidades.

El rol central de las organizaciones fue una de las referencias más reiteradas. Apoyar a las organizaciones de mujeres y redes que prestan apoyo, contención, realizar acciones de seguimiento y asesoramiento en articulación con el MMPGD y capacitar a las mujeres en el acompañamiento a las víctimas de violencia por motivos de género.

“Me satisface muy especialmente que aparezca tan fuerte el eje del trabajo -dijo Estela Díaz-. Habla de un tiempo de este movimiento feminista, de mujeres, de los feminismos populares. Este tiempo que requiere que ese sea un eje ineludible cuando pensamos la vida de las mujeres y la diversidad sexual y además la pensamos desde un compromiso de construcción de igualdad. También escuchar los recorridos de las temáticas de la violencia, que es otro tema de gran preocupación social y da cuenta de una problemática muy estructural en nuestra sociedad, con algunos acentos muy interesantes, como la problemática de las personas con discapacidad, que además están atravesadas por muchas otras vulnerabilidades. Es decir, nos trae problemáticas que tenemos que tratar quizás con otra relevancia en los ejes que venimos desarrollando”.