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IMPACTO DE LA PANDEMIA EN LAS POLÍTICAS DE CUIDADO. EXPERIENCIAS EN AMÉRICA LATINA

El estudio “Impacto de la pandemia en las políticas de cuidado. Experiencias en América Latina” fue presentado por Lucía Scuro y Catalina de la Cruz, y recoge los datos tomados por el Observatorio Covid-19 de la Cepal.

En todos los países de la región los cuidados se volvieron de una importancia central porque los sistemas de salud y de educación se vieron golpeados por la pandemia; por eso tuvieron que reformularse de una manera integral.

Las investigadoras compararon los sistemas de cuidados preexistentes en distintos países (como el caso de Uruguay, país con un sistema integral de cuidados que ya tiene 10 años) y las medidas que cada uno de ellos iba tomando frente a la pandemia.

“Hablamos de los cuidados en la crisis y la crisis de los cuidados, que era algo que ya acarreábamos”, explicó Lucía Scuro. Pero hay grandes diferencias que presenta esta crisis en términos de la empleabilidad y la estructura del mercado laboral para las mujeres, en el marco del desplome de las economías, en particular de ciertos sectores donde las mujeres estaban fuertemente insertas. “Encontramos una cuestión atípica, que es una crisis que golpea al empleo informal como no había pasado y al trabajo doméstico de una manera particular.”

Todos los países estudiados, dice el informe, innovaron en materia de cuidados. En el caso argentino lo distintivo fue que se generaron muchas medidas, de una manera diligente y con un contenido de bastante amplio espectro. En cambio, en el ámbito de las cuidadoras fue el área menos regulada y las medidas que se generaron tuvieron que ver con el traslado de las personas cuidadoras. “El aumento de la carga de trabajo de las personas que cuidan no había generado a la par medidas de protección para las personas que cuidaban; el caso más extremo lo encontramos en el caso de las trabajadoras domésticas durante la pandemia, que fue uno de los sectores más impactados”, dijo Catalina de la Cruz.

Con respecto a las políticas de tiempo de cuidado, Argentina fue el único país en generar una licencia para eximir de presencialidad en el lugar de trabajo de al menos uno de los progenitores que tuviera responsabilidades de cuidado. 

Por eso la conclusión del informe recomienda las “tres D” para el derecho al cuidado: desfeminizar, democratizar y desmercantilizar el cuidado, para que el acceso no sea exclusivo para quien puede comprarlo en el mercado.

Además, propone mirar a la economía del cuidado como un sector propulsor que puede ayudar a dinamizar la economía en la poscrisis, además de recomendar el desarrollo de competencias y certificaciones para quienes cuidan, así como la regulación y fiscalización que tienda a la profesionalización que tienda al empleo decente.

13 de noviembre de 2020

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